El estilo rústico proporciona a la vivienda un look cálido, acogedor, natural y con mucha personalidad. Para poder decorar tu hogar con este estilo y que no sea demasiado recargado o anticuado, debes de seguir una serie de pautas sencillas. De este modo, lograrás darle un toque más fresco, auténtico y artesanal.
En la actualidad, está muy de moda un nuevo estilo rústico, más luminoso y con una paleta de colores suaves. Aunque los tonos continúan estando vinculados a la naturaleza, son más claros. La madera sigue siendo el elemento protagonista, pero de tonalidades blancas o intermedias. No tan oscuras.
En cuanto al mobiliario, debes elegir piezas menos pesadas y más ligeras, con carácter propio. La mezcla de estilos consigue crear un ambiente aún más rústico y original. Combinar algún que otro mueble más voluminoso con otras piezas más flexibles es la mejor de las ideas.
Por supuesto, igual que las tonalidades naturales, los materiales naturales son la clave en este estilo de decoración. No solo la madera, otros elementos como la piedra, la lana, el hilo, el algodón…no pueden faltar, tanto en paredes, techos y textiles.
Igualmente, las alfombras son otra característica imprescindible. ¡Visten por sí solas! Además, andar sobre ellas es una experiencia única y muy confortable. Es el contacto directo con tu hogar.
Por último, pero no menos importante, hay que poner atención a los detalles. A la hora de crear cualquier tipo de ambiente y más aún este, es muy importante seleccionar objetos que te ayuden a desconectar de todo lo relacionado con lo urbano. Las cestas de mimbre, las mantas de cuadros o las jarras pueden resultar perfectas.
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